Lydia Gil

Mi corazón se quedó contigo

 

Se me quedó el corazón varado,

Junto a una barquilla en el estrecho.

Se fue mi alma corriendo,

Detrás de aquél velero,

Que navegaba por febrero 

Cerca de la orilla

De la comisura de tus besos.

 

Se me quedó el corazón parado,

No logro volver a encenderlo,

Me dijo rabiosamente;

Que conmigo se niega,

No late como con tu semblante.

 

Se me quedó el corazón anclado,

A la altura de tus ojos negros.

La espina que se clavó en mi alma,

Es la misma que no logra ponerlo en marcha.

 

Se me quedó el corazón olvidado...

A la altura de tú garganta.

Ojalá allí contigo, 

También me hubiera quedado yo olvidada.

 

Lydia Gil