Se han quedado atrás las rabietas,
aquellos días de aprendiente
cada una con sus metas,
la vida sigue…, ¡Adelante!
Debemos volar del nido
explorar el horizonte,
nuestras alas han crecido
el tamaño es suficiente.
Aún con rutas diferentes,
no olvidemos que un día
nacimos de un mismo ente,
y que reine la armonía.
En cada vuelo emprendido
hay un nuevo aprendizaje;
si se cae, volver al nido
sólo para mejorar aterrizaje.
Unas vuelan primero
dejan en el camino, una estela
que guiará el sendero,
de la próxima estrella.
Al iniciar la aventura
llevad consigo responsabilidad
aunque la palabra sea dura;
es el precio de la Libertad.
En todo principio habrá dificultades
buscar apoyo es permitido,
pero tratad resolver esos vendavales
y tu deber verás cumplido.
Si se pierde la orientación
y no se encuentra el camino,
es necesaria la oración
para encausar de nuevo el destino.
Algunas veces se necesitará
una mano dura,
pero no desmerecerá
el cariño, éste siempre perdura.
Entre las aves de este nido,
habrá una con más cordura
no promoverá olvido…
y no va tras fortuna.
Su ilusión es ver unida a cada una,
orientará, protegerá, reprenderá
las avecillas de este nido,
siempre dirá: ¡cuenta conmigo!
Mirna Carranza