Ahora comprendo el dolor de un borracho.
Pues aunque tenga sus tragos,
no deja de ser un hombre.
Se pierde en la cantina
para olvidar sus dolores.
Ahogar todas las penas,
hundirse en un rincón.
Olvidar la que se fue
pero esperando que vuelva.
Así me siento yo
escuchando una ranchera.
Me duele en el alma
que ya no tenga.
Quisiera que volvieras
para nunca dejarte más.
Pero te tuve que decir adiós
por tu maldita indecisión.
No supiste quererme
y ahora te lamentas.
Como quisiera matarte
para ver si te olvido.
Como arde esta herida
que tú me has dejado.
Quiero perderme
en mi negro destino.
Deshacerme de esta pasión
que pasé contigo.
Trato de ser fuerte pero es inútil.
Y otra vez
rompo a llorar.
15042014