Cae la noche festiva
en mis alientos sensuales,
mis laberintos sin prisa
humedecen mis labiales.
Tus palmas bucean tibias
mis escondidos corales,
tu río entre mis cornisas
se abraza a mis huracanes.
Mis senos lucen erectos
por tu monte cabalgando,
mi temblor está en celo
senderos vas penetrando.
Suelta gemidos la luna
de tu cuello estoy colgada,
mi boca perdió cordura
cuando mis piernas te abrazan.
Las estrellas se fascinan
en esta noche agitada,
me recorres ya sin prisa
explorando mis entrañas.
La noche gozó silente
el alba viene callando
sueña el placer en vertientes
en dos cuerpos dormitando.