Ella, la misma, la de los pies profanos
descamina silenciosa su rincón de luna
abraza el cielo, ella, en su beso humano
me entrega su loa de amor como ninguna.
Ella, la misma, y de noche hambrienta
me reclama y da sus besos, sus secretos
abrazando nuestro ser, en la sed, sedienta
ya la noche es un rumor de ojos indiscretos
Ella, la misma, llora su canción si todo es vano
yo, un boga a la deriva, sueños dispersos
fui prisionero de su red y todo lo arcano
bebí de su pasión y la esculpí en mis versos.
Racsonando ando