nubes de otoño, brisa de abril;
ojos llorosos que lloran por ti.
jardines marchitos, arboles sin hojas;
mis labios sedientos por los besos de tu boca.
las alondras ya no cantan, menos los ruiseñores;
y en el huerto de la desesperanza, florecen desilusiones.
el silencio hostil se lleva mis plegarias;
las murmure por ti, desde el fondo de mi alma.
el oceano gris del olvido se llevo tambien mis lagrimas;
y ese amor tan bonito es un suspiro que se esfuma en la nada.
la tristeza es una amiga confidente de mi alma,
y la imagen de tu carita es un fulgor que lentamente...,
que lentamente se apaga.