andrea barbaranelli

Solo la memoria

Quedará solo la memoria

de un día que quizá no existió,

como el recuerdo de una historia

que alguien vivió y me contó.

 

Despierto desde antes del día,

miraba a través de los vidrios

la luz que de a pocos cundía,

más triste que luz de cirios.

 

Se distinguían los primeros

perfiles, bien definidos,

de las casas, de los oteros,

más lejos de lo que había creído.

 

Sin duda algo acontecería

de un momento a otro, en el cielo:

un destello, una luz dura y fría,

el ruido que anuncia el deshielo.

 

Pero todo callaba, incubaba,

en los albores de la amanecida,

en la luz que no me señalaba

un camino hacia la salida.

 

Luego los años se echaron a correr,

cuánto tiempo pasó ya no sé,

y el hoy es igual al ayer

y a un futuro que ya vino y se fue.