angelillo201

Un trabajo en la opera “sin empleo”

 

 

Prólogo.

Ladies and gentleman,  bienvenidos a la oferta del instituto nacional de empleo de peón agrícola número: 545569-0. Ponga su DNI,  el número de referencia, y entren a disfrutar de esta obra sin igual. Reirán, lloraran, sentirán terror. Esperemos que esta oferta les emociones tanto como a sus protagonistas, y les haga pasar un buen rato. Sin más, les dejamos con la obra. Por favor, señores y señoras,  guarden desde estos momentos silencio durante la representación. Al finalizar, si  le ha sido grata, aplaudan , pongan un me gusta , o den una propina a sus actores por esta función.

 

*

 

En el camión de las ofertas de empleo. Haciendo las maletas dentro de un pequeño camarote antes   ir a la opera, los hermanos Marx, entre bocinazos y risas. El camión donde van, da vueltas en círculo por un polígono industrial  lleno de trabajadores en paro, que le piden que pare. El camión  les enviste. Los desempleados se tiran a los cubos de basura de cabeza para protegerse.

 

Groucho, quitándose un zapato y sentándose en un baúl.  .

No sé  si es que llega tarde, o es que no viene a esta  opera del empleo Godot-

 

Chico, mirando las ofertas que están colgadas por toda las paredes del camión.

¿ alguien le esperaba en esta función, no era de los hermanos Marx buscando empleo?

Groucho.

 

Habíamos quedado con él aquí, los Marx y Godot  . Nuestro personaje  tenía una invitación. Sacó de su viejo abrigo raído una oferta del servicio estatal de empleo. La hojeo con cuidado. Parecía una oferta hecha a su medida. Un trabajo sencillo en el campo. Sin calificación. ÉL había trabajado en el sector, incluso se había sacado varios certificados de profesionalidad de las ramas de este oficio. Además, en varios ocasiones me dijo que le gustaba más la jardinería que el teatro. Incluso me aseguro, que él llegaría al camión antes que yo. Y le creí.  Es extraño que no este.

Bocinazos de Harpo señalando  el zapato de Groucho.

Chico.

¿ Te has quitado el zapato?

Croucho

 Por haber llegado antes  que Godot. Me merezco quitarme los zapatos e ir cómodo, y fumarme un puro. Creo que es un derecho como el empleo.

 

Harpo tocando la bocina contento al escuchar la palabra Godot.

Chico a Groucho.

Oye. Les has hecho creer que vendrá Godot y se ha puesto contento.

Groucho, descalzo.

Leamos las ofertas de empleo mientras esperamos.

Chico.

A mi no me gusta leer. Pero en esta ocasión. Lo haré. A la una, a las dos, a las tres.

Suena la bocina de Harpo.

 

Los tres hermanos van al corcho, y cogen las ofertas que hay colgadas. Es la misma, copiada más de 1000 veces  por todas las paredes  del camión. Enseguida se dan cuenta que todas son igual.

Groucho con la oferta estira los brazos, hace un esfuerzo por leer. Y empieza a hacerlo muy rápido en voz alta.

La parte ofertante de este puesto de empleo de peón agrícola no necesita a nadie.

Chico, mirando a Groucho como si le mintiera.

Oye, en la mía pone que se necesitan 4 peones agrícolas para las tareas de podas, abonados, fumigaciones….

Groucho.

No te cabrees conmigo. Si quieres arranco esta parte y seguimos leyendo.

Chico.

Esta bien, sigamos leyendo el siguiente párrafo.

Arrancan los tres el primer párrafo de la oferta.

Siguen leyendo.

Se necesita un solo peón agrícola para las tareas de podas, abonados, fumigaciones.

Chico.
Alto. pero si antes decía que necesitaba 4.

Croucho.

Ya te lo dije. La parte ofertante de empleo de peón agrícola, no necesita a nadie.

Chico.

Arranquemos la segunda  parte donde dice que se necesitan 1 trabajador, y pongamos la primera parte ofertante donde se necesitaban a 4.

Recogen del suelo el primer párrafo y lo pegan con celo, siguen leyendo el tercer párrafo que ahora es el segundo.

EL número de solicitantes ha sido superado. Además, usted no reúne el perfil de esta oferta, ni por experiencia, ni calificación, y ha llegado tarde. Le esperábamos antes.

Groucho y Chico.

Arranquemos esta parte.

La parten entre bocinazos de Harpo.

Groucho, rompiendo la oferta.

Lo ves, no necesitan a nadie.

Chico.

 Entonces ¿ todas las ofertas? ¿ el camión?

Groucho

Son la misma. El camión, quizás…propaganda.

Chico se sienta abatido. Groucho también. Harpo se acuesta en el suelo.

Entra el fantasmas de la opera cantando al camión de las ofertas.

Los hermanos Marx espantados gritan a  la vez.

 

 

¡Godot!

 

Godot.

Soy  es el espectro de Godot . He venido a animaros hermanos Marx.

 

 

No os dormiréis con esta oferta como en la opera. Si me veis así, es que antes de llegar aquí me tiré de un puente. Hace unos días, el camión de las ofertas estaba dando vueltas por la calle de mi barrio. Minutos antes había llamado en la cabina telefónica  por la oferta de peón agrícola al instituto nacional de empleo, pero nadie contestó. No le di importancia al hecho, ni a la oferta. Hay tantas en la vida. Fui  a por el pan sin pensar en ello. cuando el camión que daba vueltas, paró ante mí. La puerta del remolque se abrió . No había nadie, pero la puerta estaba abierta , y entré. Quería  ver que ofertas tenía. La puerta se cerro y arrancó . Todo el camión estaba empapelado con una única oferta. La 5540-0. Un puesto de trabajo para el fantasma de la opera. Lo vi como una gran oportunidad. ¡ la de mi vida!  Había postulado varias veces en ofertas de teatro y tengo experiencia, estudios en canto. Primero la oferta decía que necesitaba 4 fantasmas, después 1, y al final, en la última línea ninguno. Y no solo eso, en  su último párrafo, me hizo estremecerme del asiento. Sonó un órgano tocando la fuga de Bach, mientras leía  que no tenía formación,  ni experiencia, y que había llegado tarde al puesto de trabajo. Desde ese momento no pude olvidar aquellos comentarios. ¡Yo, Godot, soy un clásico en el teatro!  Una y otra vez me perseguían desde ese momento los comentarios de la oferta. A todas horas estaban en mi cabeza, girando las palabras:

 ¡Godot no tienes experiencia!

¡ Godot no tienes formación!

 ¡Godot llegas siempre tarde o no llegas!.

 Era la voz del  autosuficiente suicidio. Sonaba como un clic incesante en mi cabeza, convirtiendo en espantosa la búsqueda de empleo. Mi corazón  me sugería que era  absurdo buscar trabajo. Mi mente que era necesario para vivir. ¿ Y de que iba a vivir si estaba condenado a una absurda búsqueda de empleo donde siempre iba a llegar tarde? Mientras caminaba por la acera del puente  de San José sobre el barranco, noté venía un grupo de personas hacia mi paseando. Decidí apartarme saltando por el puente. Fue algo rápido, no meditado. La única forma de apearme  de todas las ofertas de empleo donde nunca llegas, de sobrepasar todas las metas  que te hicieron prometer que llegarías. Doblegue  el merito de la paciencia, con paciencia infinita y eterna, donde el peso del trabajo no fatigaría nunca más el pensamiento. Puse fin a la miseria de una vida fracasada. Cure  todos los males de esta vida de un solo golpe certero, sin molestar a nadie. Fue mi gran actuación. Conforme mis ojos se cerraban,  veía como me miraban.

Angelillo de Uixó.