- Mientras danzaba libre
entre las horas, en la mañana agorera,
en la rotunda y sagrada soledad,
entre la calma de la \"no existencia\",
¿ Dónde andabas entonces ?
¿ Torturando un alma ?
¿ Enloqueciendo a un cristiano ?
¿ Alimentando la forma y la estrategia, del consumo de lo humano y lo divino ?
¿Dónde andabas entonces ?
¿ Por qué motivo te posaste en mi ?
¿Qué derecho te asistió ? Y trás,
¿Qué consentimiento ?
¿Dónde estabas entonces alma mía ?
¿Por qué no te quedaste donde estabas, más allá del silencio ?
¿Por qué te acercaste al mausoleo de sombras amadas
por mi ?
¿Con qué derecho te posaste en mi existir hasta darme forma humana ?
En el reino del cosmo,
la eternidad no se refleja, se siente, se vive,
en el mundo antecesor la felicidad ni la risa, ni la soledad existe, porque es la nada
y la nada lo es todo,
más allá del agorero sueño de los hombres
Quienes en su vacío interno no miran, más allá,
de la sagrada fiesta del Dios maravillosamente sabio
extremadamente fiel, que muere al mundo de la bajeza humana,
¡Oh, mundo de los hombres !
adaptados a él,
su compasión no me conmueve y su amor
es demasiado excaso, infimamente humano,
por ello jamás me adaptaré al estilo vacío de éste mundo: Vil, cruel y vacío...