Isis M

Desonrisada

Sonríe... se dice y repite infinidad de veces.

Algunas de ellas desde quienes saben querer y otras de donde no suele importar.

Sonríe... y comienzas complaciendo al populacho ignorante que sólo conoce de unos labios ladeados con muecas de felíz sonrisa.

Y quién puede sonreír por ti?

Quién conoce a ciencia cierta si precisamente ahora no es tu mejor escape una sonrisa y por el contrario, sólo quieres exhalar un alarido grave que exprese lo que ahoga y duele?

Sonreír se vuelve pesado y angosto cuando los ojos son mares desbordados y en la sien un río de pensamientos con caudales preguntas sin respuestas.

Qué importa lo que dé ti esperen en forma de alegre sonrisa o burlón quejido, si al fin y al cabo sólo podemos cobijar tibiamente y hasta que pase todo, la desonrisada y huérfana alegría que no busca el consenso popular, sino el más quieto silencio para sonreír su llanto.

Sonríe...

Que más dá!

Si puedes fingir un \"bien\" e inventarte un \"olvidaré\"... sonreír no costará ni un rancio segundo.

 

La Habana, Cuba.
Simplemente hoy
(Infechado momento)
Isis Marilys Álvarez Silva.