alicia perez hernandez

NUESTROS ENCUENTROS...

NUESTROS ENCUENTROS...

Todo es relativo hasta el amor…
Me miraba en tus ojos
y era todo lo que quería ver
esos destellos de luz de tu mirada.
Me rodeaban tus brazos y eras 
todo mi mundo... 
Nos reíamos por tonterías... 
y así me di cuenta que contigo yo era feliz,
tu risa y mi risa eran como campanitas
con un sonido angelical y sé que era Dios, 
él bendecía nuestro amor. 
Nuestros encuentros... sublimes 
y Dios se reía con nosotros
...Nos llegó a llamar par de locos,
así nos bautizó par “de locos”
Me encantaba llegar puntal a la cita,
al principio te hablaba con miedo, no podía creer,
con temor de no saber qué contestar lo qué me preguntaras,
Llegue a pellizcarme para poder creer 
que hablaba contigo, contigo a quien 
en mis fantasías desee muchas noches
y siempre buscaba en tus poema algo para mí,
como de locos no! pensar qué después fuiste todo mío, 
muchas noches mío, todo de mí, noches enteras juntos
y días de cada hora y de cada minuto. 
Cómo quieres qué no te amé, si no te olvido nunca
y me hierve la sangre cada vez que recuerdo tu cuerpo
enredado en el mío y me veo junto a ti envueltos de pasión, 
es una tortura querer quedarme contigo,
abrazada a ti sin sexo, es mas que eso mi amor por ti,
sólo quedarnos abrazados al amor de los dos,
yo en tus brazos y tú en los míos, siempre mío,  
yo en tus ojos y  tú en los míos,
yo en tu boca y  tú en mi boca
y ser tu aliento y ser tu vida y ser de ti... 
Toda de ti y tú todo de mí, 
y amarnos hasta con el pensamiento. 
Anhelos de quedarme en tu piel, noches enteras sobre ti,
en tu carne y en tus miedos de niño abandonado
y en tus locuras de hombre enamorado,
y en tus fantasías conmigo y yo contigo, con los dos,
y en tus años que te faltan por vivir quedarme en ti.
Me veo contigo, en ti y para ti, me sueño contigo 
y me abrazo a tus sueños cada noche, sueños tuyos y míos,
y me quedo en tu pecho amándote y teniéndote 
y soñandote en un cielo nuevo para ti y para mí, 
yo, lo hablaré con Dios, para ver si hay un cielo, 
para estos “dos locos” bautizados de sueños y de encuentros
llenos de anhelos por vivir los dos juntos, su intenso amor.
¡Te Amo, Ojos míos de mi querer!

Alicia Pérez Hernández… México 
No es la pluma la que escribe, es el alma 
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