Cuando te digo bella
no pienso en proporciones, en tallas;
hablo de emociones y destellos
que de tu misma esencia afloran
como dones tal como de una manzanilla.
En el nombre de bella
me quedo descubierto,
pues eres tu mi doncella ,
mi amor y mi gota de agua en el desierto.
Te hago responsable de mi herida,
responsable de mi desespero,
de mis ganas de verte,
de mi inesperada huida.
Pues creía aguantar un segundo sin tí
y aquí me tienes.