Sin condiciones, te amo en cada momento,
recordar ese embeleso en que te sumergías
cada vez que me mirabas con disimulo,
me hacías sentir tu reina a un tiempo.
Aun cuando la timidez me hacía dudar
si en verdad realmente me veías a mí,
siempre con el corazón en la mano
te hable, sin sentirme digna de ti;
y si embargo, nada te alejo de mi,
solo te importaba recrearte en mis ojos.
Sin condiciones te fuiste ganado mi amor,
a pesar de que somos tan diferentes,
estamos más unidos que siempre,
con tus amarguras y con mi desparpajo
vamos lento de la mano caminado,
sin hacer caso a esa loca dicotomía
que solo nos une y nos hace adictivos
el uno del otro… sin remedio alguno.