Hubo épocas en que la cárcel era una vergüenza
Después, un espacio que ennobleció
Y hoy simplemente, ir a la cárcel o ser encarcelado
No signifique nada, ni vergüenza ni identidad
Porque lo entendido como dolo y su correspondiente pena
Sea formalidad del poder judicial subsumido
Al otro poder y determinantes de dolos, el ejecutivo.
Entonces, si eres trabajador, villero, cartonero u opositor
Eres un posible delincuente donde la cárcel espera
Mientras, la cárcel como vergüenza
La del ratero, del ladrón, del punguero o asesino
Mostraba su condición bien sombría
Al ser habitada por los que si delinquen
Pero hoy día la cárcel socializada y abierta a todos
Es asignificativa, no nos diga nada
Acerca de quién es o quien va hacia ella
Y destruir el último reducto de identidades
La cárcel que no era para todos.