Atracción;
La más pura señal que dos personas
puedan gustarse a primera vista,
que en una noche de tantas pero no común
porqué se conocieron,
ignoraron su entorno para
aislarse a un punto de atracción
que el resto de la multitud llego
a sentir incomodidad al verlos.
Atracción;
sin prejuicios, sin dobles personalidades,
con ganas, danza, tacto, olor y seducción,
de dos seres minúsculos,
arropados por esa sensación, ¡preguntarse!
¿Será verdad?
Verdad con tono de causalidad,
esa misma que les otorga esa
tensión mágica,
¿De que ella o él serán reales?
Causalidad;
porqué dos seres como ellos
no pueden existir juntos sin razones claras,
agrupando características exactas,
de hechos, emociones, energía, experiencias,
sin sabores, tiempo y circunstancias de vida,
siendo predominantes como cómplices,
Energía;
que de ellos emanan,
aquel día no se hubieran volteado a ver,
es la protagonista de esa atracción,
es la causante que puedan verse a los ojos,
que él pueda perderse en sus ojos de agua miel,
sintiendo el furor de
esa tan maravillosa mujer.
Energía;
embriagadora, volátil,
generadora de motivaciones,
con ella pactan ese entrelazamiento,
la pasión que han de sentir,
¿Como poder identificarlos?
Es solo cuestión de verlos juntos y
pensar que bonita proyección.