Los encendidos leños de la hoguera
que invitan al reposo y la lectura
lograron esa noche a su manera
de la vida mostrarme su ternura.
Al que siente la dicha como austera
Vasconcelos descubre en la figura
del mestizo Zezé, en forma artera
que es solo pasajera la amargura.
Yo adornaba mi vida con tristezas
negándole a la dicha y sus proezas
permitirle acercarme hasta sus pasos.
Dejo “Mi planta de naranja lima.”
intacto el sueño de lograr la cima
por más que lo desmientan, mis fracasos.