Un día alguien llega desatando tempestades, desordenando todo lo que teníamos claro nos llega de punta a punta y rompiendo todos nuestros esquemas...
otro día termina...
se va o nos vamos, ya no nos cabe tanto desorden, o ya no tiene mas que desordenar...
y entonces, en el mejor de los casos somos breves en olvidar y en el peor nos lleva tiempo y voluntad...
pero finalmente pasa...
el desastre que provoco esa tempestad ya esta medianamente ordenado y nos queda un sabor amargo por haber perdido eso que creíamos único,
nos queda también, un sabor dulce por haber sentido que somos capaces de amar de tal forma,
pero, por sobretodo nos queda la experiencia y aprender de ella.
Entonces nos ponemos de pie y empezamos a buscar que aquella tempestad nos vuelva a tocar,
queremos que vuelva a pasar, pero a la vez tenemos pánico de que vuelvan a destrozarnos,
Esperamos volver a sentir todo nuestro ser revuelto, carente de razón y de coherencia.
Pero no advertimos que ya nos somos la misma persona desde aquella vez,
que nos dejo hermosos recuerdos, grandes vacíos, millones de dudas, tal vez algunos reproches
y esa pregunta rondando en la cabeza; \"que hubiera sido si...?\"
nunca lo sabremos...
Pasa el tiempo, no importa cuanto,
recordamos y pensamos; listo ya paso y parecía imposible.
Entonces nos sentamos, porque ya llevamos un tiempo esperando que vuelva otro alguien a decentrarnos.
Y todo eso no nos deja ver que tal vez ese alguien ya paso, o esta cerca o junto
y no lo percibimos, porque claro...
no nos hace sentir lo mismo,
pero olvidamos lo mas importante ;ya no somos los mismos y no tenemos que sentir lo mismo,
esta vez tiene que ser diferente, tiene que ser mejor, tiene que ser sano y porque no \"para siempre\"...