La pasión en cuarentena
Mujer hermosa, te espero esta noche para violar el aislamiento
Y dar rienda suelta a este represado y emocionado sufrimiento
Derramando nuestras furtivas emociones sin tapabocas, que ocultan mis tormentos
Unir nuestros cuerpos, que arden en cuarentena, sin pudores ni remordimiento
Quiero acariciar tu cuerpo, rasgando las vestiduras de tu diminuto vestido
Encender el pabilo, que arde en llamas de oscuridades desconocido
Chupar a rabiar el néctar dulce que emanan los pitones de tus volcanes
Lamer con lujuria tus labios grandes y carnudos, que atraviesan el mundo de los mortales
Abrir con loca pasión la abertura de tu rendija, que esconden idilios fantasmales
Penetrar tu cueva honda, que emanan olores de fragancias fenomenales
Dejar atrás el confinamiento e introducir mi lengua, rompiendo los cristales
Caverna afrodisiaca, elixir exuberante de excitaciones criminales
Quiero apagar con mis besos, tus gritos de gemidos ardientes
Liberar mi pensamiento de esta horrible cuarentena, de aposentos que lloran los inocentes
Acabando con este encierro, como se acaba la miel de la colmena
Del sexo apasionado de tu elixir, que degusto y me envenena
Quiero contemplar tu cuerpo, esbelta y emocionante desnudez
Palpar con mi mano y explorar tu selva, que da paso al triangulo pasionario del poder
Acariciar con mi boca, las areolas de tus enormes pezones en redondez
Que me quemen con tu lava hirviente y de tu llama encender
Buscando el ritmo extenuante, de tu inagotable placer
Bajo presuroso de la cima, que queman tus grandes pezones
Recorro lentamente las sabanas de tus valles, que laten corazones
Ansiosamente surco las montañas, que elevan tu selva, apetito de relaciones
Me dispongo a penetrar tu húmeda y ardiente caverna, del clítoris de sus azadones
Éxtasis del prolongado vaivén de lujurias, que acortan respiraciones
Olores que emanan de tu precioso placer, que aceleran a rabiar las revoluciones
Derramando sudores, que derrochan energías, agotando mis bastones
Encantos hermosos y apasionantes, que me dejan extenuado de amaneceres de confinamientos encantadores.
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 16-2020