No miro los motivos de quejarme,
si siempre supe bien lo que querías,
escuché las mentiras que decías,
llenas de falsedad, para animarme.
Es lógico también que no me alarme,
sabiendo que eran solo fantasías,
de que estaba enterado no sabías,
haciendo gran esfuerzo por callarme.
Y no tienes la culpa tú de nada,
terminaste tus planes sin defecto,
creyéndome engañado, me besabas.
Mirando la mentira en tu mirada,
hoy quiero disfrutar tu plan perfecto,
quiero seguir soñando, ¿que pensabas?.