Quiero recordar aquella tarde de mayo, aquel día lluvioso, aquel viernes mojado, aquella vez cuando nuestros besos sumergidos fueron a lo más profundo, cuando nuestros cuerpos se juntaron al calor y el frío, tu piel como el hielo helado, mi piel como lava quemando.
Entre el calor y el frío, afrodisíaco en un abrazo tenso y de gran fluidez, bajo gotas de aguas, encendiendo un momento romántico en íntimo placer, quisiera recordar las notas de tus pulsaciones, volver a sentir el paso rítmico de tu corazon al latir, y hacer poemas con cada movimiento de tus manos tocando mi cuerpo.
Temblorosa con el agua que recorria cada parte de ti, de aquel nuestro viernes lluvioso, te aferrabas a mi, abrazando mis más profundos demonios, dominando por completo la bestia en mi, brotando el calor, el fuego ardiente de mi ser, calentado toda tu piel.
Y entre el calor y el frío nos supimos entender, como peces de aguas distintas; tu mi hermoso tiburón blanco y yo como una manta-raya sin salida, fuiste el relámpago que a mi corazón golpeo, y yo en el tuyo un prisionero sin escape alguno.
Henry Ruiz
22 DE MAYO 2020
DERECHOS DE AUTOR