Axel Dueñas

Soneto VII

Difícil cosa quiere el corazón

cuando en la noche busca tu presencia

y encuentra solo un porvenir de ausencia

dada nuestra terrible situación.

 

Porque te fuiste en mayo, y sin razón

permaneces pegada en mi conciencia,

no puedo soportar ya la existencia

ni los pesos que implica mi pasión.

 

No queda más que el filo de la muerte

para mi vida triste, desolada

que no logró tu corazón tener.

 

Acepto sin recelos esta suerte

y pongo marcha lenta, sosegada,

a donde no te pueda ya querer.