Cuidado jovencito…
Cuando la razón te empiece a sacar de contrabando imágenes
que se desentiendan de tu propia motricidad y cordura.
Estarás perdido…
Cuando esos insectos de colores te palmeen las entrañas
y la piel de la soledad se sienta rasposa al roce de tu lengua.
Cuando memorias subversivas secuestren tu cerebro
y no tengas moneda de cambio para su rescate.
Corre, huye de ahí…
Aunque los caminos culebreros te nublen los pasos
y tengas que mascar el jugo agrio de tus propias arterias
para quitarte sabores dulces que rápidamente se desvanecen.
…Corre bien rápido, porque te estás enamorando...