Hoy quiero que mi poema hable de ti,
de esta natural imagen que tengo delante,
que me acompaña en fogosa tarde de junio,
bochornosa tarde de principios de verano.
Eres natura risueña rodeada de natura verde;
el sol ilumina tu rostro y la faz de los helechos
y hace que en tus ojos nazcan jóvenes estrellas
de un edén terrenal que transmite alegría y vida.
Hoy te miro y parece que me sonrías a mí,
aunque yo sé que no es así, pero me agrada;
luces primavera de estío en la cara y luz en la mirada
y unos labios de amapola que hablan sin decir nada
y una frente brillante y clara que invita a anidar un beso
y un rostro sereno y feliz que parece quieras compartir.
Hoy mis dedos son versos que como pinceles
quieren reseguir esta figura con naturalidad:
la línea de tus cejas, el perfil de tu nariz,
la comisura de tus labios y esas mejillas de terciopelo
que confluyen en un suave y delicado mentón.
Mis dedos pinceles quizás usarían acuarela
para intentar emular la transparencia de la imagen,
la claridad de un rostro ungido con rayos de sol
que felices acarician tu terciopelo y el helecho.
Hoy mi poema ha nacido feliz hablando de ti,
me he sentido artista y poeta con sonrisa compartida,
aunque yo sé que no es así, pero me agrada.
26 junio 2019
Pau Fleta