El vino amargo de tu ausencia, quemó las sensibles entrañas de mi ser.
En silencio acaricié cada recuerdo en el que estás presente.
Una lágrima atravesó mi tez cansada mientras elevaba una oración en pos de ti.
Parte de mí se fue contigo, una parte de ti resta para siempre en mí.
Bendiga Dios tu camino, ave de luz sin destino, ser especial, errante de senderos y mil caminos.
La paz vaya siempre contigo.