Francisco Barreto

SI (de Francisco Barreto)


Si no hubiese visto a la vida
Siempre como una manzana.
Si no hubiese vivido tanto tiempo
En la ciudad del carnaval.
Si no hubiese asistido tantas veces a la feria
En busca de la eterna diversión

Si no me hubiese retratado
Tantas veces abrazado
Por un lado con la fama
Y otras tantas con el éxito
Si hubiese libado menos
El elíxir de los triunfadores
Y me hubiese dedicado
A perder algunas veces.

Si no me hubiese atraído tanto
El destello de las luces
De las fulgurantes marquesinas
Y envidiado menos el brillo
Rutilante de las grandes luminarias.

Si no hubiese volado
Tan al ras del suelo
Casi arrastrándome pesado
Por la experiencia sensual agotadora
En vez de liviano circundar las alturas
Espacio propio de las águilas
Que evitan caer presa de los cazadores.

Si no hubiese nadado tanto contra la corriente
Y seguido mas el curso de los “ríos”
Si hubiese perseguido menos
A la razón y al derecho
Y mas a la felicidad

Si las mujeres que me amaron
Hubiesen sido mas pacientes
Y menos expeditas a sentir mi aliento extraño
Si me hubiese dedicado mas
A cuidar el agua de mis cisternas
En vez de derramarla entre las calles
Si no me hubiese dejado seducir
Por la miel
De la mujer extraña

Si los hijos no fueran tan ingratos
Si no me hubiese sentado nunca
A la puerta de mi casa,
A la caída del crepúsculo
Y no hubiese contado las espaldas
De los amigos que emprendían la retirada
Si hubiese sido mas leal y mas comprometido
Si me hubiese sido ajeno
El doble ánimo
La insoportable necedad
Si la insensatez hubiese sido
Como serpiente venenosa
Y hubiese yo corrido lejos a esconderme.

Si se acordasen mas de mi risa
Y extrañasen mi alegría
Y no hicieran memoria
De mis errores y mis fallas
Si en el ocaso de mis días
Mi casa no estuviese solitaria y tan vacía

Entonces no sería mi vida…
MI VIDA ENTERA

Pero que bueno que la vida
Fue creada por alguien experto
En vendar heridas.
El que tiene la patente del perdón
Extiende sus brazos y nos ofrece
Su bálsamo restaurador.
Para Él no hay ríos ni montañas
Imposibles de cruzar
Y en la distancia entre el oriente y el occidente
Penetra por la puerta de atrás
Y nos susurra al oído
Puedes volver a empezar…

FIN