Mateobata

AHORA, EL ALMA

Sobre su mente desciende el albatros;

hace ya mucho tiempo el primer hombre

a orillas del mar en el horizonte,

sobre el agua, escucha tronar los rayos.

 

Contemplando el atardecer, el verbo

se ocultó del cuerpo, ocaso hacia los 

albores del alma como unos versos

memoriales del presente cautivo. 

 

¡Tanta la ensoñación del extraviado 

que discurrió su espíritu de sí!

Danzando entre cielo y mar, naufragando. 

 

Arribó profundo en el corazón,

oasis ígneo del autor, para

alimentar de alma la creación.