Franco D. Palomino

Spinetta

Flaco y esbelto tocando amor

como el silbido de un niño

Nunca supe si melancolía o felicidad 

era lo que sentía.

 

Escuchar su corazón,

un mundo familiar pero desconocido

recuerdo hablar de él en una vida salada

que nunca viví.

 

Me enseño a ser luz,

buscar el sol y a apreciar la miel que deja en las ventanas,

me señalo la traición a ojo ciego

como una daga en la espalda.

 

En un febrero me hablo de la malicia 

del diablo y de un afortunado viejo perro blanco

Ironía la mía que al haberlo escuchado 

él ya se encontraba con las golondrinas

corriendo.

 

Lo vi borroso y nublado 

como los tigres en la lluvia,

pero lo escuchaba como un ciego

frente al mar.