Eduh Siqueiros

La eterna ruta del amor

Ser la tinta que forja un mundo en el cual genuinamente
se fraguan ‘realidades aparte’ con el hechizo
de todo lo bello que el creador ya forjó,
poner luces que reflejen amor en el viaje,
es lo que me gusta… y de contrastes ser pintor,
crear una gama de tonos en el jardín
de mis flores hechas de estrellas, demostrar que todo
es infinito en la eterna ruta del amor;
quiero ser el carboncillo que recorra
el contorno de la forma de ese ser
con divinidad, fémina que a mi alma hace extasiar,
presencia con belleza que de gozo me llena,
plasmar sus ojos sobre la albura de mis pliegos,
imprimir la perfección de un ósculo sobre mi piel
simulando la suavidad de los labios de mi amada
y luego planear con inocencia las diversiones
para que pueda amarla con mi alma de niño
creando y volviendo a crear un mundo que sea nuevo
en realidad y que también ahí sea posible ofrendarle mi ternura,
mi admiración, mi amistad y mi amor en profundidad.