Llevamos ya dos semanas caminando, aquí el maldito frío nos ha hecho callar, me acompaña Abdul Thareght descendiente de Yamir Khalift, este a su vez, es descendiente de Zahir Boshap, primo hermano de Kahib Lopakage, nieto de Mahub y Bashiba Toreh, hijastros del sobrino de María Magdalena.
El matrimonio entre hermanos no es lo que me llama la atención, sino el gen que trasmitieron a mi compadre Abdul, dueño y poseedor de cierta habilidad propia de los Rabinos.
El me habló de un libro, del libro de la creación. Manuscrito que está protegido de las manos del avaro.
Me confesó que con ese libro podía crear un buey o un venado de buenas a primeras para la cena de esta noche. Como prueba de esto me enseñó una página del libro y en ella está las instrucciones para crear un cerebro humano y asignarle conciencia, y no sé cuántas mil cosas más.
El punto es, que Abdul nunca me había mirado a los ojos; por un lado me gustaría que el mundo viera lo que yo llegué a ver, pero por el otro, yo no quiero hacerles llorar deseando la muerte.