Hay un clamor del aire hacia tu voz celeste
la vacilación se anuda a la quietud
quisiera que te reclamen estos labios dormidos
que metáforas del silencio caducaran en la insondabilidad de tus ojos
que arreciaran mis palabras cuya semántica te perturba
que los efluvios de tu existencia horadasen mi carne y abrazaran mi alma
para que mi ser vivenciado se fusione con tu esencia.
Pero continúo en mi guarida, agazapado, vibrando de temor
amordazado en elíptica prudencia.