No estoy consagrada,
no soy musa ni poeta,
soy un alma amilanada,
todo me duele y me quema.
No he gritado lo suficiente,
no he callado lo necesario,
siempre pienso en lo siguiente,
voy quemando el calendario.
Soy un alma amilanada,
escondida a plena luz del día,
poca gente se da cuenta,
se piensan que soy de mentira.
A plena luz del día seguiré,
enfrentada a todo el mundo,
si hay que gritar gritaré,
no lo pensaré ni un segundo.
Gritar grito ya mucho,
tampoco es que me haya ayudado,
al ser de plástico no me rompo,
aunque algunos lo hayan intentado.