Busco algo que no encontraré aquí.
Será entonces prudente y comedido el retirarme.
Será lógico, esperable, previsible
Y a nadie ofenderá o sorprenderá.
Quizás ni haga falta el despedirse:
Esas cosas se sienten, no se dicen.
¿Por qué esta soledad me nombra tanto?
No puedo desgarrar sus sílabas
Y llevarlas a la luz para que se alivianen.
Sería lindo que un poco de luz me aliviane.
Pero se esparce en mí, voraz enredadera;
Mi soledad es una enfermedad autoinmune
Alojada en lo más óseo de mis estructuras.
Mis manos se congelan mientras lavo ropas,
Seguramente es la tristeza y no el agua lo que congela.
Se planean sinfín de asesinatos
Mientras se lavan los platos, sí,
Pero hay algo en los trapos chorreantes que llora
Lo que uno se resiste a admitir.
Busco algo que no encontraré aquí.
Mi soledad es una enfermedad autoinmune.
Voy a secarme al frío sol de invierno,
Goteando,
Goteando,
Goteando.
Sin emitir sonido alguno.