Escondida en mi ventana
veo la vida pasar
prisionera de deseos
que nunca puedo olvidar
cuando llegan desde lejos
entre las olas del mar.
Escondida me recuesto
sin poderme levantar,
miro mosquitos afuera,
tábanos que picarán,
y avispas con aguijones
que hasta me pueden matar.
El salir de esta ventana
me podría producir
urticarias que me pican
cuando les dejo alcanzar
mi carnes viejas cansadas
sin tener que trabajar.
Escondida en mi ventana
veo canoas pasar,
escucho loonies y patos
que vuelan por el lugar
y no me atrevo a salir
si eso me produce mal.