A veces no te recuerdo
entierro de escombros mi pensamiento
losas pesadas y vanas sin sentido
vivir por vivir, pero vivo.
A veces no te escribo
descubro en mi alma ruidos
persigo otros instantes vividos
escribir por escribir, pero escribo.
A veces se ahogan mis recuerdos
se hunden en cruel abismo
hondo, muy hondo viajan a mí pesar
se dispersan en negro olvido.
Pero luego sin poder evitarlo
cual reflejo involuntario de mi alma
vuelvo felizmente a recordarte
recorro tus lugares con calma.
Y te pienso y te escribo
desentierro el polvo de mis labios
y te beso en mis palabras
y, ahora sí, vuelvo a vivir alto.
Y vuelven los recuerdos
a pesar de la lluvia tornar en llanto.
Me encierro conmigo en el deseo
de verte, de nuevo, y me levanto.
De mirarte frente a frente
de besarte eterna, despacio
de escuchar tu voz suave
cuando aprieto mis ojos callados.
Qué no dicen nada, no quiero
cuando no te están mirando.
Y te escribo, y te sueño
y me salen los versos robados
que otro día, sin yo quererlo
se llevaron mis recuerdos mojados.
Y te escribo y te sueño
y camino, de nuevo, a tu lado
dibujando tu rostro en cada verso
después de haberte soñado.
A veces no te recuerdo
ni te escribo, ni te sueño, ni te he recordado
a veces, solamente voy viviendo
viviendo falso, lejos de tu encanto.
Y espero, sin más, espero
hasta volver escuchar tu canto
porque, muchas veces no te pienso
pero siempre te estoy amando.