Era todo como un cuento
cuando empieza Navidad.
Entrelazaron las manos.
Y acariciaron sus rostros
con sus miradas perdidas.
Y buscaron un lugar
en la orilla de algún lago
en el bosque del silencio.
La lluvia fina caía
empapando sus ternuras .
Sus palabras eran pocas.
Había una inmensa paz
en medio de aquel sosiego;
en aquella hora de pasión enloquecida,
en aquella tranquilidad atrapada
por el tiempo.
Y se dijeron mil cosas entre besos
y caricias.
Entre promesas de fuego
se prometían amar hasta después
de la muerte.
Lucharían por su amor,
por su honor y valentía
Y cogidos de la mano regresaron
otra vez
a la orilla de aquel lago,
en el bosque del silencio.