Eres el día de noche,
eres la luz de la luna,
eres el sol y las flores
y mi herida profunda.
Eres el sueño y la sed,
alba, aroma y cintura,
espacio de cada deseo
y claridad en penumbra.
Eres suspiro en la boca,
labios de fruta madura,
sabia de horas sudadas
y puerto de mar en furia.
Eres cadena irrompible,
piedra eterna y segura,
por tus valles baja el río
que mi vida toda inunda.