COMO EL ARCO IRIS
Después de que la lluvia todo lo languidece,
Y el sol fulge risueño en lantano horizonte,
Vaporosos y mágicos de los valles emergen
Corpúsculos lumínicos que ornamentan los montes.
Son sutiles e ingrávidas luminarias que crecen
Y teniendo en el aire incorpóreo soporte,
Cuando el sol las contacta bajo el cielo se mecen
Y a su influjo en la rama trina alegre el sinsonte.
Así cuando las almas se enturbian y oscurecen
Y el hombre gime y treme y siente que fallece,
Si alberga en su conciencia férrea voluntad,
Hará cual arco iris que en la humedad florece
Y en su invisible fuerza se apoya y reverdece
Y siempre que renace su brillo es más tenaz
Fernando de J. Cardona Caro