Sueño a menudo con tus manos por mi piel
Encendiendo el calor de averno que consume mis entrañas
Sueño egoísta, que dibuja tu cuerpo sobre las sábanas
Y a mí, abstraído en ti, al punto de desvanecerme
Que será del que ama una imagen en recuadro
Inmóvil, imposibilitado de la caricia y la entrega
Que será del amor olvidado, acariciando piedras,
En la confusión de tu cuerpo desnudo
El viento resuena en la alcoba vacía, como huracán asolador
El verano ha dado paso a la sequía asesina, entre las nubes de olvido
El desvelo es compañía, de mi boca sin aliento, de mis ojos cerrados
Inerte estoy aquí, entre la puerta del cuarto y tu recuerdo en la almohada
Sueño a menudo con tu voz acariciando mi oído
Recordando pasiones, reviviendo gemidos
Sueño egoísta, que dibuja tu vientre rebosante en la noche
Y a mí, a la espera de tu entrega, de tus efluvios de encanto
Cuando regresarán tus fulgores, a mi corazón sin latidos
Para devolverme la fe, para sentir que aún vivo
Cuando reverdecerá la hierba, cuando la flor abrirá sus encantos
Para volver a la vida, para gritar amor mío