Certeza absoluta de la vida
Contradicción divina
Por lo que vivimos para llegar a la nada,
a esa nada de la cual se especula tanto
Verdad universal
Nos lleva algún otro lugar perdido en el espacio tiempo
Universo incierto, como todo aquello que experimentamos en vida
Tentador, fascinante, propósito final de la existencia
Muerte absoluta, muerte eterna, lo único verdadero, lo único esencial.
Morimos cada día, acumulamos tumbas de cada suceso,
nos doblegamos sin razón, desnudamos todo en sí para luego ir
directo a la desgraciada total, la locura nos invade, la desesperación nos
llena la vida.
¿a dónde huir de aquella muerte prometedora de futuros renacimientos?
¿dónde se encuentra nuestro espíritu?
Abandonado, desolado, al otro lado del poder.
Escuchas en el silencio sombrío el recorrer de la sangre
La cual ya no forma parte de ti;
Cada sigilo de la noche anuncia la llegada de la muerte, muerte lejana,
Olvidada, ausente, que ya no habita en mí,
se esfumo de este corazón perdido en sí mismo
calla, hay silencio en las profundidades del ser
se regocija el alma y se acalla los murmullos incesantes
ya no hay ansiedad, no tiembla tu desahuciada vida, te vas de sí
regresas y partes en locura, eres con el universo,
te escabulles de la realidad del ser,
y sueñas con aquel lugar plagado de ayeres,
repleto de color verde, lugar de tranquilidad, seguridad,
lugar final en el que anhelamos estar.
Cada día morimos un poco, caducan partes de nosotros,
Se marchita cada vez más nuestra esencia.
Cada día morimos un poco;
y cada muerte nos conduce al propósito de la existencia.
La libertad es morir.