Besas mi vida con tus dulces labios, me acaricias con
Tus manos, moldeas mi cuerpo a tu cuerpo cual alfarero
Al barro, siento tu pecho ardiente contra el mío y en suspiros
Robas mi aliento, te apoderas de mi ser entero, por solo un
Momento acaricio el cielo de tus ojos hechiceros, deseando
Tenerlos por siempre en el manantial de mis recuerdos.
Será aquel otoño travieso, que me hace ansiarte y arder
En deseos de poseer hasta tu último beso, o la locura de un
Corazón enamorado que muere de pasión, anhelando el roce de
Tu piel, como ave prisionera me siento cuando junto a mí tu aroma
No tengo.
Sedienta de ti y de tu cuerpo, camino en el valle de mis lamentos
Buscando el calor de tus brazos, que calman el llanto de mi alma,
Y cuando por fin en ellos me encuentro, alzo mis ojos al cielo, tomo
Tus manos de terciopelo mientras bebo de tu boca el elixir que la
Vida me da.
¡Oh! Quien cure este loco corazón, que se entrega entero a este
Amor, que me busca, me encuentra, me atrapa y no me suelta,
Me deleita, me embarga, me enciende, me mata, me lleva al cielo
Y me trae de vuelta, como hago si lo único que sé es amarte, adorarte
Sin un segundo de mi mente arrancarte, ámame porque te amo, y en
Un grito desesperado al viento se lo he contado.