La palabra de amor es la riqueza
que no mengua ni el tiempo ni la muerte;
y tu imagen es luz serena y fuerte
que ilumina de tu alma su grandeza.
Tu recuerdo se guarda con firmeza
porque todo de ti ternura vierte;
y mi pueblo tu nombre lo convierte
en oasis de paz y de nobleza.
Fue tu vida el ejemplo más prolífico
del que sigue del Cristo su doctrina;
pues con temple, sencillo y beatífico
tu sembraste semilla que germina,
del amor, su perfume tan magnífico,
que fecunda la rosa sin espina.
Autor: Aníbal Rodríguez.