Si pudiésemos tomarnos de la mano y caminar de puntillas
Ignorando los ruidos, evitando dolores
Sin tan solo la fe retornará al camino
Y fieles los corazones, se llenarán del campo, del color de las flores
Si el amanecer fuera posible con tu rostro en mi pecho
Y contempláramos la hierba, los árboles, las aves, disfrutando la lluvia
Y al abrir de los capullos encontráramos esperanza
Para mirar al firmamento y saciar nuestras almas
Si nuestra vida fuera posible, sin odios ni rencores
Y el silencio de olvido mudara en caricias y abrazos
Si en la soledad y el abandono, encontramos el Eros, para la pasión y la entrega
Para unir nuestras ansias, para huir del infierno
Si en un rincón del alma aún habitará tu piel
Y mi mano extendida te rozara en las sombras
Y pleno de éxtasis alcanzará tus besos
Mi boca sería amor y la tuya deseo.