El día lleno de silencio
de luz eterna queda.
Un día sin palabras
Un aciago día sin sonatas
ni rimas ni metáforas.
La tinta no se acaba
ni nuestras mañanas
Silencio por un día
lo pide el alma.
Y miro la cuartilla y me hundo en las viejas palabras.
No escribo, observo.
Algo pasará que me haga hablar.
El silencio terminó con el día.
Y hablo y canto y lloro.