Te lo diré de la forma más simple, lo sabrás de parte del amor, desvíe la mirada al sol porque tus ojos me cegaban.
Confesaré, es mejor para mí observar el pavimento antes que encontrar contacto visual con tu bella luz.
Prefiero que el día de hoy y quizás mañana también permanezca oculto mi amor por tu corazón; el secreto está en ese maravilloso lugar.
El día de hoy no podrás enterarte, me encuentro atrapado entre las tersas paredes de tu corazón pero, por favor, quisiera salir.
Extraño las mañanas soleadas, el aire entre las montañas y quizás recostarme un poco en el césped, fue un placer ser tu prisionero pero, sé que no me amarás.
Tuve paciencia, estuve sentado por tanto tiempo, esperando la posibilidad de poder escapar y ahora puedo marcharme...
No quiero hacerlo, es una tortura pero anhelaré sentirme presente al menos en un recuerdo dentro de tu corazón.
Viví algunos años entre quejas, lamentando la ausencia de la luna y su resplandor, tengo de frente la puerta a la libertad...
No te miraré a los ojos, pues al hacerlo me despedirás, para entonces perder la única razón que me ataba en tu interior.
Finjamos por favor, hagamos parecer que la puerta jamás se abrió, pues prefiero no ver mas, antes de olvidar la bella esclavitud.
Me conformo con una caricia, cuando obtengas un triunfo o sientas placer, toca tu pecho y recuerda que me llevas en el corazón.