Tan solo detengo
por un momento la rutina
de tanto Ruidoso ajetreo
y conduzco mis pies
a las arenas que relajan mi ser,
en donde el viento acaricia mi piel
la brisa humedece mi cabello
y mis ojos se posan
en un bello atardecer
que matiza algodones
de colores en el cielo
y pinta luces en destellos
en un mar de reflejos
que de un clic conservo
un recuerdo.