Mis ojos en la bóveda celeste,
buscando la confianza que escasea,
según sea la marea dominante.
Una brisa interior, tímida emerge
me acerca una sentencia inapelable
¡La tolerancia es el milagro! Afirma.
¡La aceptación mueve montañas! sostiene.
Llega la paz, con paso relajado,
es la semilla de mostaza que ha brotado.
andrea