No le bajé la luna.
Sobre su lado oscuro
le hice un lecho de mi cuerpo,
y una almohadilla escrita y suave
con la piel clara de mis sueños,
donde reposara su sien.
El sol se me puso
y él,
nunca despertó.
Yamel Murillo
Fases©
Cloroformo, papel y pluma©
D.R. 2010