Tus manos me acarician
despertando mis ansias;
tus besos devoran con calma
mis labios húmedos.
Mis manos acarician
tu cabello negro
mientras tu lengua decide
jugar en mi ombligo.
Recorres el camino hacia el sur
y mi espalda se tensa
adivinando la tempestad
que se avecina.
Olas de pasión arremeten
contra mi playa
que en calma estaba,
provocando infinita locura.
Se desata fuerte tormenta
cuando con fuerza me amas
y un concierto de gemidos
te dedico al oído.
Mi cuerpo se estremece,
mi boca enmudece,
mis labios lloran,
mi alma vuela.
Anna Gutiérrez.