José Luis Barrientos León

Sueños

Pareciera que las horas se amontonan, robando los sueños sencillos.

Aquellos que la mente añora, los de los juegos, los inocentes.

Los de huellas pequeñas en el camino, los de la casa en el árbol

Los de cándidos amores, los de hadas y ángeles.

 

Mi sueño repetido de una mujer ausente,

Imposible, penetrante.  La ignota figura que deambula en las sombras

Mi sueño de huellas errantes, alejadas del camino

Distintas a cada hora, sin destino

 

Sueño un corazón sangrante, despojado de latidos

Absurdamente vivo, sin paisajes.

Sueño las almas delirantes, adorables

Enjugando llantos, reviviendo amantes

 

Sueño a menudo, entre rostros y fantasmas

Entre la noche ardorosa y la mañana frágil.

Sueño a veces lo que ignoro, lo que imagino y añoro

Sueño el silencio sonoro, el del pensamiento, el que imploro

 

Sueño la sonrisa de la amante, la que muda su tez a la virginal mirada

La del eco inocente cuando se entrega, la que suspira, la que adora

Sueño tu nombre sin letras, entre nubes y algodones

Sueño tu estatua en mi esencia, fundida a mis huesos humanos

 

Sueños crueles, seductores

De cielos pálidos, lejanos

Sueños de lágrimas cautivas, y corazones estrujados

De paisajes sin colores, de placeres sin olores

 

Sueño que aun vivo, sin acordes, sin canciones

Sueño con días blancos, tibios, arrasadores

Sueño que iluminan los soles

Sueño que estas a mi lado,

Sueño que no te he perdido.