Sobrevivir con la pandemia
La pandemia me tiene acorralado en este lúgubre confinamiento
Suena un hermoso ritmo melodioso, se me llena el corazón de sentimiento
El arresto a la fuerza, me tiene preso el lánguido movimiento
A lo lejos se escucha una salsa brava, despierta mi sufrimiento
Esta reclusión me tiene casi loco, en este convento que tengo de aposento
Una parranda vallenata, me alegra el alma y me espanta este tormento
El enjaula miento es atroz, del germen que azota sin vacunas ni tratamiento
Una hermosa melodía de arrabal, me sacará de éste atroz aburrimiento
La cuarentena me tiene encerrado y acrecienta mi pobreza
La ansiedad y el calor me escurre de sudor, lo ideal sería una burbujeante cerveza
La mazmorra es tenaz, de barrotes se cubre mi fortaleza
Una copa de aguardiente con borde de limón y sal, despierta esta lúgubre pereza
Estoy solo y abandonado, llorando sin lágrimas de tristeza
Una copa enorme de wiski, calmaría mi noble gentileza
Presidio cruel e inhumano, que me ata y atormenta mi cabeza
Una botella de agua mineral bien fría, calmará los calores de mi franqueza
El coronavirus nos tiene a todos acorralados y en camarotes asustados
No hay riqueza que valga y nos libere de pandemias inesperados
Dicen que los dolores, la asfixia y los tormentos son demasiados
Se acabaron los sueños y los planes futuros, de viajes soñados
El aislamiento se torna extenuante, la calma se ha ido y a lo lejos, se ha marchado
Se extinguieron como por encanto, los viejos y placenteros amores
Los amigos huyeron despavoridos, de la pandemia y sus temores
La vecina se arropó con tapabocas y mantas, ocultando las bellezas de sus volcanes encantadores
Se espantaron las mujeres hermosas, que azotaban de piropos los cazadores
Prolifera la gritería de ambulantes, ofreciendo comida y cachivaches de vendedores
El aislamiento preventivo acabó y cercenó la confianza, nos volvimos desconfiados
El caos y los miedos se perdieron, las ayudas no fueron lo que se había esperado
Las empresas y fábricas prendieron sus chimeneas, de trabajos perdidos empezados
Los gobiernos están soltando la rienda, será que hemos cambiado
La corrupción galopa, los gritos de los más necesitados no son escuchados
Que Dios nos ayude a sobrevivir con esta pandemia, de un mejor mañana despertados
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 22-2020