jorge enrique mantilla

Sobrevivir con la pandemia

Sobrevivir con la pandemia

 

La pandemia me tiene acorralado en este lúgubre confinamiento

Suena un hermoso ritmo melodioso, se me llena el corazón de sentimiento

El arresto a la fuerza, me tiene preso el lánguido movimiento

A lo lejos se escucha una salsa brava, despierta mi sufrimiento

Esta reclusión me tiene casi loco, en este convento que tengo de aposento

Una parranda vallenata, me alegra el alma y me espanta este tormento

El enjaula miento es atroz, del germen que azota sin vacunas ni tratamiento

Una hermosa melodía de arrabal, me sacará de éste atroz aburrimiento

 

La cuarentena me tiene encerrado y acrecienta mi pobreza

La ansiedad y el calor me escurre de sudor, lo ideal sería una burbujeante cerveza

La mazmorra es tenaz, de barrotes se cubre mi fortaleza

Una copa de aguardiente con borde de limón y sal, despierta esta lúgubre pereza

Estoy solo y abandonado, llorando sin lágrimas de tristeza

Una copa enorme de wiski, calmaría mi noble gentileza

Presidio cruel e inhumano, que me ata y atormenta mi cabeza

Una botella de agua mineral bien fría, calmará los calores de mi franqueza

 

El coronavirus nos tiene a todos acorralados y en camarotes asustados

No hay riqueza que valga y nos libere de pandemias inesperados

Dicen que los dolores, la asfixia y los tormentos son demasiados

Se acabaron los sueños y los planes futuros, de viajes soñados

El aislamiento se torna extenuante, la calma se ha ido y a lo lejos, se ha marchado

 

Se extinguieron como por encanto, los viejos y placenteros amores

Los amigos huyeron despavoridos, de la pandemia y sus temores

La vecina se arropó con tapabocas y mantas, ocultando las bellezas de sus volcanes encantadores

Se espantaron las mujeres hermosas, que azotaban de piropos los cazadores

Prolifera la gritería de ambulantes, ofreciendo comida y cachivaches de vendedores

 

El aislamiento preventivo acabó y cercenó la confianza, nos volvimos desconfiados

El caos y los miedos se perdieron, las ayudas no fueron lo que se había esperado

Las empresas y fábricas prendieron sus chimeneas, de trabajos perdidos empezados

Los gobiernos están soltando la rienda, será que hemos cambiado

La corrupción galopa, los gritos de los más necesitados no son escuchados

Que Dios nos ayude a sobrevivir con esta pandemia, de un mejor mañana despertados

 

“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga mayo 22-2020